Cómo tratar las arrugas: La dupla de ácido hialurónico y ácido poliláctico

Las arrugas son el enemigo número uno de una piel joven y saludable, pero luchar contra ellas no es imposible. Existen numerosas formas de contrarrestar sus efectos: desde tratamientos no invasivos como la hidratación, la exfoliación o la aplicación de antioxidantes, hasta procedimientos quirúrgicos y láser. Sin embargo, una de las mejores maneras de combatirlas es con la dupla de ácido hialurónico y ácido poliláctico.

Ambos son compuestos con un poder antiarrugas considerables gracias a sus propiedades que permiten rejuvenecer la piel. Ya sean administradas como inyecciones o en forma de cremas, el láctico y el hialurónico son la clave para lograr una cara lisa, tersa y luminosa.

¿Qué es el ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es una molécula natural sintetizada por nuestro propio organismo y cuyo objetivo principal es mantener la hinchazón en la piel, ya que retiene una gran cantidad de líquidos. Además, se encarga de humectar la dermis en profundidad y ayuda a preservar la elasticidad de la epidermis, es decir, su fuerza y resistencia. No solo eso, sino que se asocia a la reducción de arrugas y manchas de deshidratación y a la estimulación de la regeneración celular, lo que contribuye a mantener la juventud de la piel.

Su acción se basa en rellenar la superficie de las arrugas al formar una capa que disimula las líneas de expresión y mejorar la elasticidad de la piel al reducir la aspereza del cutis, regular su humedad y mejorar su aspecto.

¿Qué es el ácido poliláctico?

El ácido poliláctico, también conocido como PLLA, es una molecula sintética con una estructura lineal compacta. Esta molécula es muy accesible y se usa principalmente como un componente de los rellenos faciales para estiramiento de la piel, ya que puede ser fácilmente modelado y moldeado para ajustarse a la anatomía del paciente.

Su acción se fundamenta en estimular la formación de nuevas fibras de colágeno, la principal proteína responsable de la firmeza y elasticidad de nuestra piel. Esta formación se lleva a cabo al provocar la degradación de la molécula durante unos meses, reemplazándose gradualmente con nuevas fibras de colágeno. Así, el tejido se reconstituye con la misma cantidad de colágeno que antes de la aparición de las líneas.

La función primordial del ácido poliláctico es rellenar las arrugas profundas que se forman en la cara con el paso de los años, como son las líneas alrededor de la boca (patas de gallo) y los surcos que se forman entre las cejas. Como el ácido hialurónico, también ayuda a dar una apariencia más tersa y uniforme a la dermis.

¿Qué es mejor para el tratamiento de arrugas?

Como hemos visto, el ácido hialurónico y el ácido poliláctico tanto tienen sus propias virtudes como aplicar para mejorar el aspecto de nuestra piel. ¿Pero cuál de ellos es más efectivo? Pues como suele suceder, no existe una respuesta única a esta pregunta, ya que los resultados pueden variar de una persona a otra. Generalmente se aconseja usar el ácido hialurónico cuando las arrugas son de menor profundidad, mientras que se suele recurrir a su contraparte sintética cuando se tratan de líneas marcadas o degradadas.

¿Cuáles son los riesgos de usar ácido hialurónico y poliláctico?

Aunque implementar estos compuestos para aliviar los efectos del envejecimiento puede dar excelentes resultados, es importante destacar los posibles riesgos que trae consigo la aplicación de ácido hialurónico y ácido poliláctico. Estos son algunos:

  • Infertilidad: puede tener efectos adversos en la fertilidad en las mujeres.
  • Reacciones alérgicas: entre los efectos secundarios se incluyen enrojecimiento, hinchazón, prurito y sectores con manchas oscuras.
  • Infección: el uso de jeringas y agujas puede aumentar el riesgo de infecciones si no se toman las precauciones necesarias.
  • Migrañas repentinas: puede desencadenar dolores de cabeza fuertes o moderados.

¿Cómo resultado final?

En definitiva, el ácido hialurónico y el ácido poliláctico son compuestos populares para el alivio de las líneas de expresión y otras señales temporales de envejecimiento. Estudiando previamente los posibles riesgos y consultando con un profesional de la medicina estética, puedes beneficiarte de esta dupla utilizada para tratar las arrugas obteniendo excelentes resultados.